El Contrato como instrumento empresarial


La empresa entendida como organización económica, supone un conjunto de actividades que se reflejan en la producción de bienes y servicios. En este proceso dinámico, podemos observar que existen diversas relaciones jurídicas que implica una evidente realización de una serie de actos, necesarios para alcanzar la finalidad predeterminada de la empresa. Así los contratos, relaciones de servicio y otras operaciones, posibilitan a una materialización de sus objetivos.
Ahora bien, es preciso establecer que la empresa considerada como un bien, actividad u organización, no sólo ocupa el ámbito netamente económico, sino que también tiene una estrecha relación con el derecho contractual y sus respectivos efectos jurídicos. Es por esta razón que independientemente de la actividad que realiza la empresa, sea comercial o no, debe existir un ambiente de seguridad y estabilidad jurídica.


Siendo la empresa objeto de derecho, es evidente que posee un titular denominado empresario, el cual coordina los elementos intrínsecos de la producción: personal, capital y trabajo; que hace de la empresa un núcleo de relaciones jurídicas, y que al mismo tiempo le otorgan un carácter institucional.
De lo anterior se presupone que la actividad empresarial se manifiesta a través de actos de empresa, que generalmente se expresan con la celebración de contratos mercantiles, comerciales, laborales, etc., tendientes a regular la organización, funcionamiento, relaciones internas así como externas de dicha institución económica. Sin embargo, cabe indicar que dichas relaciones jurídicas (contratos) son celebrados por la persona titular de la empresa, es decir, el empresario que asume la responsabilidad inherente al ejercicio de la actividad empresarial. En virtud de esto, es que la empresa considerada como unidad jurídica-económica, puede ser objeto de propiedad y de contrato.
En conclusión, la gestión derivada de la actividad empresarial conlleva a diversos actos de empresa, que se traducen en la celebración de relaciones contractuales, realizados por su titular como sujeto de derecho. Dichas relaciones contractuales deben ser entendidas como instrumentos que permiten desenvolver el carácter dinámico, socioeconómico y jurídico de la empresa. Pero también es preciso determinar que la empresa como objeto de contrato, no solo se orienta al incremento de la actividad productiva o de comercialización, sino que además regula el funcionamiento y organización externo e interno de la institución empresarial.